El concepto de "Hundir la Flotaza" nace como la última evolución
lógica del juego de guerra más mítico desde tiempos ancestrales:
Hundir la Flota.
Esta conocida serie de juegos vio su nacimiento en el pleistoceno
cuando el chamán de cierta tribu, se sospecha que fluvial, ideó
un primitivo juego de guerra basado en ejes cartesianos
(unos 4000 años antes de la llegada de Descartes) y en los navíos
más ostentosos y contemporáneos de la época. Llamó al juego con
mucho acierto: "Hundir los Troncos".
La popularidad del juego de mesa creció y creció superando
desdichas, imperios caídos e incendios del pirómano Nerón
expandiéndose a lo largo de la cuenca del Mediterráneo y el mundo
conocido, creándo nuevas versiones para los gustos y necesidades
de cada cultura y época en cuestión. Estos son algunos de los
títulos más importantes desde el nacimiento de Hundir la Flota:
"Hundir la Galera" (64 a.D. Roma), "Hundir la Pinta, la Niña y la
Santamaria" (1501 Atahualpas Palace), "Por Jorge II, hundir
a Blas de Lezo" (1742 Birmingham), "Hundir la economía" (1928
Nueva York), "Hundir las patatas en Ketchup"
(2002 Austin, Tejas) y "Hundir al Nostromo" (2122 SuperTierra).
Sin embargo no todo son buenas noticias ni críticas favorables.
El esperadísimo proyecto de "Hundir la Armada Invencible"
finalmente fue cancelado tras su propio despropósito. A pesar que
ninguna copia ha sobrevivido a nuestros tiempos, historiadores y
aficionados a los WarGames sospechan que el peculiar Hundir la
Armada Invencible tenía tan sólo un turno de duración, pues
inmediatamente el implacable tiempo arrasaba con todos los barcos
del jugador.